lunes, 11 de enero de 2010

"Iba Falete en la góndola, cuando vio a Tadzio (...)"



"Muerte
(de risa) en Venecia", Luchino Visconti, 1971

Supongo que a todos nos intimida hablar en términos discordantes de los artefactos culturales que consensuadamente se consideran “clásicos”: esa palabra impone tal respeto que todo lo que no sea reverencia crítica parece ignorancia o boutade. Sin embargo, la lógica generacional obliga a preguntarse si muchos de esos clásicos no habrán quedado obsoletos, superados por una evolución de la intersubjetividad social que los envejezca prematuramente.
Buscaba en descarga directa ese clasiquito perralleiro que es el “Luis II de Baviera” de Visconti (su más bizarrota y fastuosa zarzuela kitsch, con la loca de Helmut Berger dando el contrapunto esquizo a una Romy Schneider desmelenada y rococó) y ante su ausencia en megaupload, me decidí a verme de nuevo la obra magna del director, su más celebrada e inapelable Obra Maestra, una de esas pelis de prestigio unánime a las que nadie se atreve a sacar el más mínimo pero. “Muerte en Venecia”, claro. Y ya sabéis cómo se las gasta el film en cuestión: musicona de Mahler ambientando solemnemente los crepúsculos adriáticos del Lido, doña Dirk Bogarde circunspecta y metafísica preguntándose por el ser y la nada, la arquitectura veneciana invadida por elegantes aristócratas austrohúngaros, el chico más guapo del mundo con bañador de rayas, decadencia y muerte en el contexto de la ciudad-postal por excelencia… La parsimonia contemplativa de su tempo y la severidad de los asuntos que maneja la han convertido desde su estreno en una peli de respeto obligado, como sucede con otros clasicotes de este palo como 2001, Ciudadano Kane u Ordet. Si hay un canon occidental cinematográfico, a buen seguro Muerte en Venecia estará en un top ten de las obras más influyentes, imitadas y aclamadas. Y en el mundo gay, la historieta en cuestión es más que un clásico: una piedra filosofal, unas Sagradas Escrituras sodomitas. El acta fundacional de un cine queer respetable y elegante que toda marymoderna ha de ver en algún momento de su vida, como si de un rito iniciático se tratase, siendo un bookmark universal en los favoritos de toda marica ilustrada.

En este último visionado, aburrido de decirme a mí mismo irreflexivamente “Oh, Muerte en Venecia, qué gran peli”, me ha parecido una historia sorprendentemente infantil, disfrutable mucho más por lo que tiene de pomposa cursilería kitsch que por la supuesta trascendencia de su mensaje. El timbre acartonado y engolado de la mirada Viscontiana, con un ansia tan obsesiva de profunda seriedad, ese aura épica y meditabunda de tragedión universal , lo pedante y sedante de su esteticismo decadentista, constituyen para casi todos los críticos magníficas evidencias de la maestría del director: en dada2000, en cambio, disfrutamos lo que tiene de cine camp. Porque lo es, y mucho. Camp para ratitas de biblioteca.
En realidad, la historia de Thomas Mann puede resumirse de la siguiente manera: un intelectual amargado se da un garbeo por un carísimo balneario veneciano y se queda prendado de un aristócrata adolescente, cuya belleza ultraterrena le sorbe el coco de tal manera que el fulano termina por morirse de rabia, literalmente: rabia por no poder tenerle, pero sobre todo por no poder ser él. Y ya. C´est tout. Fín Serafín. Una microhistoria anecdótica y a priori sin importancia (¿quién no se enamora perdidamente de un culo o una mirada, quince veces al día?) que Visconti utiliza para ahondar en sus obsesiones más recurrentes: el fin de la era aristocrática, la reivindicación de un ideal absurdamente platónico de la belleza, la angustia autodestructiva del voyeur, la pederastia como anhelo imposible de la eterna juventud, el tiempo perdido reinventado por la trascendencia de lo instantáneo…Casi nada. Barroca hasta el empacho y descomunalmente manierista, la peli subyuga al espectador con la seriedad marcial de un guión escueto y forzadamente literario, y muy especialmente con una puesta en escena esteticista y con olor a naftalina, a la que el tiempo no ha tratado demasiado bien: la estética teatralizante de ese cine de auteur europeo de los 70 (profusión de zooms como acentos emocionales, escenografías rígidamente geométricas, lentitud tendenciosa, gestualidad litúrgica, cada frase un aforismo) ha pasado a los anales como el período más pedante y moralista de la historia del séptimo arte, y me temo que Muerte en Venecia ha perdido muchos enteros en su tránsito a la posteridad.
Es una película muy bonita, eso es innegable: su textura y su atmósfera están más que logradas, pero ante la socarronería descreída de cualquier observador posmoderno no aguanta el peso de su propia leyenda: con toda su seriedad y su pompa, Muerte en Venecia no dice mucho más que cualquier peliculilla cutre de cine S: al final, se trata de la narración, filmada con gafas de culo de vaso, de los sinvivires del pajillero de toda la vida. El subtexto apolíneo, afrancesado y psicoanalítico de una comedieta romántica de Ben Stiller secuenciada con arpegios homoeróticos. Poco más.


Sucede lo mismo que con “Secretos de un matrimonio” de Bergman: tras la elegancia formal del lenguaje de la autoría, no encontramos más que las mismas reflexiones que cualquier folletín cursi desde los tiempos de maricastaña. Las mismas neurosis pasionales que padecían los actores de Topacio, reformuladas con hieratismo y pedantaría para el paladar exquisito del erudito autoconsciente, cuyos picores feromónicos sólo atienden a formulaciones platónicas de sus pulsiones más primitivas. Quiero decir: si es cierto que Football is working class ballet (me encanta es frase), puede decirse que Muerte en Venecia es el Los ricos también lloran cifrado en lenguaje snob. O un poema sinfónico sobre un film de Bel Ami en el que las pollas y culos se sustituyen por freudianas metáforas prosopoéticas. O la plasmación de arte y desmayo de las fotografías de Pierre et Gilles. Javier Rioyo bostezará viéndola, pero jamás lo reconocerá en público: volviendo a Bourdieu, Muerte en Venecia es desde siempre un salvoconducto de pertenencia de clase intelectual. No sé si me explico.
Como soap opera versando amores obsesivos e imposibles, el tiempo ha hecho que pelis menos acartonadas (por ejemplo, la revindicable “El coleccionista” con Terence Stamp, enteríta en el youtube, o la misma “Átame” de Peeeeedrooooo) cuenten lo mismo con más soltura y encanto. Lo que nadie podrá ya igualar es el anacrónico existencialismo high class (¡Oh capitán, mi capitán!) de Visconti, tan operístico y gay divino de la muerte, que pide a gritos un remake en clave de comedia protagonizado por Falete y su exnovio. Ya veríais lo que nos reíamos de esta tragedia.
El cine pretencioso de los 70 es muy entrañable. En Galicia decimos riquiño. Los gayers no tenemos reparos en reconocer lo cómico de semejantes ínfulas trascendentalistas viscontianas porque, retomando como siempre la definición que Susan Sontag hace del camp, la seriedad es siempre fallida. Especialmente, para contar las pataletas neurasténicas de los marqueses pederastas en Venecia. Esta peli es algo así como la parodia chanante de sí misma: se pasa de revoluciones y va mucho más allá del umbral a partir del cual lo serio pierde toda credibilidad. Por eso mola.
Por cierto, el clip de Linda Miranda lo linkeo porque me gusta mucho la canción, pese a que en el futuro seguramente los jóvenes se rían de los actuales indies culpándonos de estas astracanadas. Decía el Derrida que todo texto lleva en sí mismo su dispositivo de autodestrucción, y en Dada2000 lo reformulamos como toda obra de arte es también la parodia de sí misma. Y este “San Valentín” tiene todo lo de maravilloso y grotesco del Indie pop. Ya sabéis, la copa de Rubin y todo eso…
Además la niña que canta es muy guapa... o dicho en hetero (a los comments del video me remito) está pa darle...



20 comentarios:

  1. Jajajaja!!! El libro es mejor, está claro. Otra peli sobrevaloradísima es "Casablanca".Dices que no te gusta y te miran mal..

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  2. leere todo por la noche, me vigilan ahora. os echo mucho de menos, será el fríor!

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  3. puedes hacer un resumen?
    como el del video, quicir.

    rohmer se fue.(igual lo cuentas, voy a hacer ctrl+ f)

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  4. hombre, es que Casablanca no tiene que "gustar". Es como una madre, se asume y punto.

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  5. ¿¿Resumen?? ¿¿Cómo resumir la vida?? ¿¿Cómo el arte?? ¡¡ay!! ¿¿cómo el amor??
    pobrecito rohmer, estaba ya muy matusalénico pero en absoluto gagá, la sandía le funcionaba perita.
    Respecto a Casablanca... hombre, es la típica perrallada romanticona, la verdad es que de niño me encantó, pero seguro que hoy (en plena etapa antiemociones) me resultaría insufrible.
    Tócamela otra vez, sam...

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  6. Pues yo estoy con Carolina Velasco (supongo) y, disiento, Jaime: Casablanca es un ladrillo insufrible, rancio y caduco a más no poder, llevo aseverando este hecho desde hace décadas y tó dios me dice lo mismo: no entiendes de cine tío...Y, por supuesto: no entiendo de cine, sólo de buen gusto y paso de tragarme ese fósil, me... deserecta.

    Me voy a bajar la sesión de bidón-bidón...dejaré unas horas, estoy estudiando en profundidad lo nuevo de masive attack (una copia a 320Kpbs. no oficial extraida de las sesiones de grabación) y el embryonic de Flaming Lips...Todo muy Hype...de vez en cuando hay que salir de las catacumbas (El cerebro lo agradece).

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  7. hostia vic olvidé mandarte el número, a ver si falamos maña te mando el numero o te llamo

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  8. Joder... te estaba llamando ahora desde el fijo y el móvil.

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  9. Más que tres eramos cuatro, ahora que el frio aprieta da gustito recordar esos momentitos de calor, verdad. Menuda rapidez la tuya, desenfundas más rapido que Billy el...

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  10. a este paso te vamos a pedir también un resumen de los comments.
    El único problema de Casablanca es lo que se ha dicho de ella en décadas de blablabla, así que no pienso colaborar en ese debate. A este paso nos cargamos sed de mal, el tercer hombre o la ñoñería de qué bello es vivir.

    los alemanes iban de gris y dada2000 iba de azul.

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  11. DISTRITO 9!!!!

    Yorch Wikus.

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  12. Buon Giorno...joder como sopla, he tenido que volver de Ares.
    Si te interesa te dejo la mejor copia que he encontrado de la última de Michael Moore, "capitalismo, una historia de amor", esta es con subtítulos...Hay mogollón de copias rulando por ahí, en castellano sin subs, pero se escuchan fatal:

    http://www.megaupload.com/?d=H90KZERL

    Parece que el tema de capitalismo sí, capitalismo no cada vez está más en boga...el otro día en un blog me hizo gracia ver una conversación al respecto en los comentarios entre los rockdeluxeros David S. Mordoh y Victor Lenore.

    Contéstame a lo de SunnO))), HOSTIAS!

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  13. Con el tercer hombre no me pasa lo mismo que con Casablanca, tiene otra atmósfera... aunque sí con Qué bello es vivir...Te aseguro que no es un tema de ir a contracorriente, con las pelis, chupo mucho del ambiente que las mismas crean y la de Casablanca no me dice nada, aparte de no soportar el careto de Bogart (No por saturación)...Es un tema personal, la academia me la paso por...Hasta estoy por asegurarte que mogollón de gente que la vanagloria lo hace por "autenticidad", no con consecuencia.
    A parte de lo dicho, tampoco me interesa entrar en esta discusión...Logrará crearme más hastío del que le tengo a la película.

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  14. Ayer fuimos a ver la última de los hermanos Coren. Yo creo que se les ha acabado la gallina de los huevos d'or... pero LA RECOMIENDO!!!

    Venga, a ver si abrimos debate outro día!

    Linda Mirada es guay y "Solo" la canción más injustamente ignorada del año pretérito

    OSR

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  15. Perdón, auto-consecuencia.

    -------

    Ya vi el sms...Nous Parlons au soir.

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  16. Olvidé comentarte ayer lo de Linda Miranda, vi ese video el otro día en un garito y el careto de los pijiamigüitos de club que salen en el clip me provoca arcadas, podría haberse rodado perfectamente en cualquier antro Thirtysomething de esos que tanto abundan en La Coru.Respecto a las tías, no espero nada mejor que su cursilería generalizada, muy bien subrrayada aquí con disfraz de zorra-ñoña-supereyeliner...Te juro que no pude quitarle los ojos al video con una gran nausea facial de principio a fín: Tengo que afeitarme, tío...En serio.
    La estructura armónica del esribillo es un plagio de una canción de los 70-80 que no recuerdo como se llama...la misma que plagió (mejor escondida) el gran "Some might say" de Oasis.

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  17. me encanta esa canción de oasis!!! La de Linda Miranda es un rollo un poco grotesco, parece una parodia, pero paradójicamente la canción me gusta mucho. Hay que echarle muchos huevos para atreverse a salir en un videoclip haciendo el gilipollas de esa manera... si estás en casa mándame tu fijo a mi movil y te llamo desde el trabajo, que hoy estoy solo.

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  18. oes yorch, al final no te fuiste a morolandia?? distrito 9 mola, está curradísima y la idea es genial... por cierto, he de pasarte libros que quizás te sean útiles pa tu tesis, estoy muy encima de Bourdieu y ahora empezaré uno que se llama "Antropología urbana", de Josepa Cucó, que habla de asuntos muy similares a lo tuyo de madchester.

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  19. moroloandis queda para otra ocasion, 10 euris que se fueron a la basura y luego nos quejamos del overbooking. cuc´´o me suena, tengo leido algo de el pero ya me pasaras algo. copoooooooooooon!!!

    Yorch

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  20. si a muerte en venecia le habeis visto mariconería es que no habeis entendido absolutamente nada....

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