Big Brotha Arty

Gabba Gabba Hey!! Mucha inmanencia y mucha teleología de la subjetividad, pero los intelectuales disfrutan como enanos cuando se encuentran en la tesitura de ser filmados permanentemente por una cámara. Tanto renegar de la cultura de masas y de la alienación provocada por los medios audiovisuales, cuando paradójicamente se entregan como cualquier ex-Gran Hermano al círculo mediático y a la construcción de una imagen telegénica de sí mismos.
Del mismo modo que hubo un "In the bed with Madonna" o un "Hannah Montana the movie", muchos intelectualos han colaborado encantadísimos a la producción de documentalones sobre sus andanzas, y a menudo lo que empieza como una excusa para difundir sus más elevadas ideas, termina por centrarse en detalles tan frívolos como sus comidas, su vida cotidiana, sus amistades, sus estados de ánimo... El mismo formato que los más casposos reality shows, pero con la supuesta legitimidad de versar sobre gente que se lo merece. ¿Acaso Bourdieu cuando renegaba de la actual televisión, preferiría una parrilla saturada con estos subproductos tan kitsch? Una tele consistente en ver a Baudrillard comprar el pan o a Judith Butler jugar a los bolos. Yeah.
Por supuesto, un histrión del calibre de Zizek tiene su particular documental halagador, en el que los periodistas filman sus charlas, sus paseos, su familia, y todo lo que tenga que ver con su ilustre e ilustrada figura.

Asimismo, y como no podría ser de otra manera, Dionisio Derrida cuenta igualmente con su particular Gran Hermano unipersonal, una horita y media escuchando sus declaraciones, asistiendo a sus paseos y riéndonos con su sentido del humor. Atención, porque incluso tenemos la oportunidad de verle ¡¡EN LA PELUQUERÍA!!. Por fín queda explicado el secreto de su impresionante y ya clásico tocado capilar:

Irónico resulta que alguien tan serio como Pierre Bourdieu se atreviese a renegar vehementemente de la televisión y sus corruptelas culturales...

... y luego se presta gozoso a la filmación de TODA su vida cotidiana para su correspondiente momentito Big Brotha. Además, con algunos momentos delirantes: ataques de nínfulas fanáticas de su trabajo, intercambio epistolar "casual" con Godard o participaciones en manifas políticamente correctas en apoyo a los más desfavorecidos. Diga lo que diga, este tío se maneja a las mil maravillas delante de las cámaras:

Flipad si queréis, pero hasta todo un Jacques Lacan tuvo en el añejo 1973 su particular momentaco de superestrella televisiva, a través de un infumable programazo de más de hora y media en el que el divo adopta su discurso y sus mediáticos ademanes al "execrable" contexto televisivo, como si de un Carlos Yoyas o una Aida Nízar se tratase:

Hay muchos otros ejemplos de menor envergadura o que no se pueden insertar, como este sobre Steve Reich y su proyecto City Life, los Sketches of Frank Gehry, aquel Comandante de Oliver Stone filmando a Fidel Castro, o una película ya clásica y que, bien pensada, no es más que la versión pedante y arty de un asunto digno del Semana o el Hola: la amistad entre Klaus Kinski y Werner Herzog. ¿¿¿Un asunto fascinante??? ¿¿¿Interesante al menos??? ¿¿Por qué cojones se supone que un film con semejante argumento trash, debe resultar más interesante que la relación Carmina / Pantoja, o una riña entre Kiko Matamoros y Makoke? Quien vea este tipo de productos buscando algo serio, que se tome las cosas con humor: son productos 100% gossipeables a mayor gloria de "intelectuales" que se llenan la boca de insultos hacia la cultura del famoseo, pero que en cuanto pueden nos cuentan sus idiosincrasias y fruslerías presuponiendo, erróneamente, que sus espectadores lo consumen sin más ánimo que el de la pura mitomanía. En cualquier caso, a mí me encantan este tipo de filmaciones: tiene más miga ver a Derrida peinarse que leer cualquiera de sus intragables libros.